Elizabeth escuchando su melodía favorita -sonatina- de su caja de música, recordaba aquellos momentos del pasado; su cuerpo aun estaba ahí pero su mente flotaba por aquellos tiempos en cuando ella salía al hermoso jardín a admirar la belleza natural que la rodeaba.
Aquellos tiempos ella añoraba, cuando la estación marcaba la primavera, cuando florecía el amor, cuando las parejas salían a tomar el sol, cuando los niños salían y disfrutaban de aquella deliciosa brisa de aquellas noches, a veces tibias, a veces frías.
Una noche ella salió de paseo , al cementerio, sintió algo tan agradable y tan tenebroso a la vez pero ella disfrutaba de esa belleza que los demás no sabían apreciar. ¿Algo muerto, que ya no existe? Ya no esta aquí, ¿porque fue así?
Meditaba y pensaba mientras apreciaba aquella dulce melodía, aquella que la hacía recordar, casi volver a llorar por aquello que la agobiaba. ¿Pero que la hacía sentir así? ¿Cuáles eran sus pensamientos?
Regreso aquel día, aquel domingo cuando conoció aquella persona que le hacía latir el corazón.
Aquella persona que siempre admiraba, en silencio, desde su balcón. Aquella persona que la ignoraba cada vez que pasaba delante de él. Su amor era en silencio.
Vincent , un muchacho reservado, a veces callado , muy estudiado. Amigo de nadie, conocido de muchos.
Ese domingo, Elizabeth caminaba, un poco agotada, sintió el deseo de descansar y se sentó a ver el atardecer. El sol se ocultaba y un extraño conocido se acerco y entablo una conversación; era Vincent, aquel muchacho reservado que por siempre lo había mirado, querido y deseado.
Elizabeth un poco extrañada, porque su deseo se había manifestado, se sintió muy a gusto aquella tarde, recordando en su cama que su día había pasado. Ella sentía algo que jamás había experimentado, era algo diferente, algo que ningún hombre la había hecho sentir. ¿Pero que tenia de especial el?
¿Porque le había hablado, acaso estaba interesado? Pero ella no se quería ilusionar, no quería sufrir, le costaba arriesgarse.
Tuvieron muchos encuentros. Fueron a tomar café, al teatro, platicas amenas que jamás terminaban y que día con día se hacían mas y mas interesantes.
Elizabeth quería estar con él para siempre, pero le inquietaba que el no sintiera lo mismo por ella.
Pasados unos meses no tuvo más noticias de él, no sabía que había pasado , ya no la había buscado.
¿Sera que ya no sentía nada por ella?¿O tal vez era un cruel juego que la vida le había jugado?
Se sentía muy triste, el apetito había desaparecido, la naturaleza había cambiado, las hojas marchitas se tornaban, el cielo oscurecía, las caras tristes veía. En su diario todos los dias escribia, deseaba volverlo a ver, era al único hombre al que había amado, al que por siempre amaría, y este se había marchado sin decir palabra, sin despedida, sin decir a donde iba, que había pasado?
El tormento la estremecía, hasta que un día, una vecina a su puerta toco . Ella sin ánimos de su casa salió y la vecina le conto: Aquel joven, su amigo ha muerto.
Elizabeth muy pálida pregunto ¿cómo ha sido?. La vecina asentó y conto: "nadie sabe, se le ha encontrado solo en su cuarto, hace dos días fue el funeral".
Elizabeth solo subió a su habitación y una lágrima broto, de su fina mejilla. Con el tiempo durmio,al nuevo día despertó y solo pensó que todo era un simple sueño. Pero asocio todos los hechos y por fin asimilo la noticia. Vincent había muerto.
La cajita de música dejó de sonar, y Elizabeth un ruido escucho, era su esposo que se asomaba y le preguntaba ¿Estás bien?
Año 2009
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