Mi bosque, mi preciado bosque está más deforestado que nunca.
Desolado, muerto,vacío , sin una primavera. Con su invierno eterno que no permite retoños...
Así es el invierno de mi bosque, con días menos fríos que otros.
El sol por más que trate de salir, no calienta, no perdura.
Los árboles que ya existian, algunos mueren , otros ya no logran crecer , raquíticos, sin fuerzas, torcidos desde su nacimiento.
Mi tierra ya no es fértil. No recuerdo la última vez que vi mi bosque verde y floreado, iluminado, poblado.
Por más que trato de sembrar nuevos árboles, son incapaces de germinar. Los pocos que germinan , al tiempo mueren o se quedan pequeños.
Como quisiera que mi bosque volviera a ser espléndido.
Cómo he sido incapaz de apagar los fuegos. Uno tras otro , han dejado a mi tierra infértil.
Y el frio que se siente aquí, se siente allá.
En la oscuridad me encontraste y en la oscuridad me dejaste.
La tarea de cuidar este bosque es difícil. Me canso, me agoto. No sé , si quiero cuidarlo. Pero debo hacerlo.
Debo procurar que el sol se quede más tiempo, para que mis árboles y mi bosque se fortalezca.
Oscuridad, no me persigas más. Te lo imploro.
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